Mindfulness para principiantes: los primeros pasos para vivir de una forma más consciente

Vivimos en un mundo lleno de estímulos, bombardeados de información constante a través del teléfono, las redes sociales, el televisor, newsletters a las que nos hemos suscrito por miedo perdernos alguna novedad, anuncios… Toda esta avalancha informativa, sumada a las exigencias de la vida diaria y a las que nos autoimponemos, acaba generando una única cosa: estrés. Una ansiedad constante por estar pendientes de todo y presentes en todas  partes que no nos deja concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos.

¿Has tenido alguna vez la sensación de que tus pensamientos están dando vueltas como un carrusel imposible de detener, cuando lo único que en realidad necesitas es un poco de paz interior?  El mindfulness te puede ayudar.

¿Qué es el mindfulness y cómo se practica?

El mindfulness no es otra cosa que el prestar una atención plena al presente, al aquí y ahora, con propósito, sin juicios, liberando la mente de la sobrecarga de pensamientos y preocupaciones anticipadas. Es una filosofía de vida que se basa en una metodología científica para ayudar a crear nuevos patrones mentales y de conducta.

La promesa de mejorar la concentración, el humor, reducir el estrés, mejorar el sistema inmune, atrae a muchos curiosos hasta el  mindfulness. Pero lleva cierta práctica, así que cuando comenzamos, es normal que a veces nos preguntemos si los estamos haciendo bien. No te preocupes, no hay formas correctas ni incorrectas de hacerlo.

Los principales objetivos del mindfulness son:

• Reducir el estrés en nuestra vida cotidiana.
• Interrumpir los patrones de pensamientos que generan malestar y negatividad.
• Aprender a responder a los momentos difíciles con amabilidad, atención y comprensión.

El mindfulness no lo resuelve todo. Hay otros elementos necesarios para liderar nuestras vidas y seguir creciendo, pero es clave para aprender a vivir de una forma mucho más plena.

La atención es el ingrediente principal del mindfulness y el que hay que cultivar para poder vivir de una forma más consciente. Cuando la mente divaga, como suele hacer constantemente cualquier mente, simplemente hay que llevarla de nuevo al foco actual de tu conciencia. Se trata simplemente de “ser”. Esto implica, entre otras cosas, un proceso intencional de vivir en el presente, basarse en las experiencias directas y abrirse a ellas, o aceptar la realidad sin emitir juicios de valor.

Ejercicios de mindfulness para principiantes

A menudo se aconseja empezar a practicar el mindfulness como una forma de meditación, sentado, con los ojos cerrados y prestando atención a nuestra respiración. Es una forma fantástica de hacerlo, pero que puede resultar difícil a algunos principiantes sin experiencia previa en la meditación. Cada persona medita de forma diferente, pero es esencial aprender algunas técnicas básicas que nos ayuden a comenzar.

En tus primeros pasos hacia el mindfulness quizá te resulte más fácil comenzar por estar más consciente y presente en algunas tareas de tu rutina cotidiana. Por ejemplo, cuando tomas una ducha, cuando cocinas, o cuando estás cruzando la calle. Es lo que llamamos meditación informal. La ventaja que tiene es que no necesitas encontrar un tiempo adicional y que podrás practicar el mindfulness en casa, en el trabajo y en cualquier momento de tu vida cotidiana.

Aquí van algunos ejercicios de mindfulness informales que puedes practicar:

• Permanece más atento a tus sentidos.Presta atención al olor del jabón, a la textura del cepillo de dientes, a la sensación de la esponja sobre tu piel, a como cae el agua, cómo sientes el movimiento de las articulaciones cuando caminas, el frescor del suelo, el aire del entorno…  Y así sucesivamente. Emplea este método para calmarte, conecta con tu interior y con tu entorno.
• Da un paso atrás. Se trata de detenerse antes de abordar cuestiones complicadas, esperar, tomar distancia y recordar que tú eres quien observa esa situación, no la situación. Si puedes dar el paso atrás físicamente además de mentalmente, será de gran ayuda.
• Detenerte antes de empezar una nueva tarea. No enlaces una cosa con otra. Para. Respira. Date cuenta y se consciente de que vas a comenzar algo nuevo. Conecta tu cuerpo con tu corazón y sé consciente de cómo están tu cuerpo y tus emociones antes de abordar la tarea. Si crees que no es el momento de hacerlo, espera.
• Usa tu oreja interior y exterior. Escucha a los que te rodean prestando atención a sus gestos, palabras y emociones. Al mismo tiempo no pierdas de vista qué mueve en tu interior lo que te están comunicando. ¿Te traen recuerdos, emociones que resuenan? Aprende a diferenciar lo que es tuyo de lo que te explica la otra persona.

La práctica de la atención plena es un recurso de gran utilidad tanto en el ámbito profesional como en el personal. Por eso es adecuada para cualquier persona que quiera aprender a gestionar tanto el estrés como el malestar psicológico o emocional. Vivimos inmersos en la hiperactividad y la sobreexposición a estímulos… Por eso, antes de dar nuestros primeros pasos en el mindfulness, es  importante decidir de forma consciente que queremos vivir de otra manera.

Puedes contactar conmigo y obtener tu cita para las sesiones de mindfulness solidario.