Mindfulness y estres: la vida que nos toca vivir

Mindfulness, estrés - Mireia Poch

Mindfulness y estres: la vida que nos toca vivir

El estrés de nuestra vida

La mayoría de nosotros vivimos en lo que llamamos «mundo desarrollado», aunque no sabemos muy bien qué quiere decir esto. Lo que sí parece claro es que nuestra situación es cómoda, y comparándonos con gran parte de la humanidad a priori «menos afortunada» en otros lugares del mundo, la posibilidad de que nuestra existencia peligre físicamente es mínima.

Sin embargo, esto no nos asegura una vida fácil. Si miramos despacio nuestra vida, descubrimos que son muchas las posibilidades que tenemos a nuestro alcance para convertirnos en verdaderos «artistas» a la hora de amargárnosla.
Puede ser que para la mayoría de nosotros, el peligro real que amenace nuestra supervivencia no exista, pero podemos experimentar un gran estrés y sufrimiento emocional por otras causas: problemas de salud, las condiciones estresantes de la vida diaria por la cantidad de conflictos que conllevan la familia, el trabajo y lo económico, o la imagen que queremos proyectar de nosotros mismos, amenazada por nuestros asuntos sin cerrar, y sombras que nos roban gran parte de nuestra energía vital. Vivir felices y plenos no es fácil.

 

Para algunas personas, el presente es una especie de sala de espera en la que aguardan, con más o menos paciencia, a que ocurra la vida de verdad.

 

Nos aflige la enfermedad del pensar, de estar planificando el futuro y recordando un pasado no siempre grato, de imaginar en demasiadas catástrofes que solo existen en nuestra imaginación. Hasta tal punto que para algunas personas el presente es una especie de sala de espera en la que aguardan, con más o menos paciencia, a que ocurra la vida de verdad. Todo lo que sucede es visto no como algo único sino como una distracción pasajera, como el prólogo de lo bueno que aún esta por venir. En realidad, aunque desde sus orígenes la especie humana se haya preguntado si hay vida después de la muerte, para algunos de nosotros la pregunta crucial sería «¿hay vida antes de morir?».

 

La adaptación al cambio y el autoconocimiento: Mindfulness

El vertiginoso cambio que nos rodea nos exige estar en permanente y acelerada adaptación a nuestro entorno. Un cambio se sucede a otro en nuestra sociedad y rápidamente hemos de adaptarnos a él cuando ni tan siquiera hemos concluido la adaptación anterior. Es tan rápido el proceso que muchas veces no nos deja ni tiempo para decidir si realmente queremos asumir la novedad.

No es extraño que intuyamos un fondo de insatisfacción acerca de quién hemos llegado a ser, porque realmente quien hemos llegado a ser es un extraño para nosotros mismos.

 

Es en las situaciones difíciles y no en las fáciles donde nos encontramos como personas y las que nos hacen crecer en sabiduría.

 

Vivir es crecer, evolucionar, y casi siempre crecer «duele». Porque significa pasar de lo que tenemos a lo nuevo, porque lleva la despedida y la pérdida para poder abrirnos a lo nuevo que está por venir. No podemos olvidar que para que el sol brille en todo su esplendor es absolutamente necesario que la noche con su oscuridad preceda cada nuevo amanecer.

Son las situaciones difíciles y no las fáciles las que nos hacen crecer en sabiduría. Necesitamos desarrollar la capacidad de extraer la fuerza de las adversidades. Enciende la llama de tu propio corazón y déjala que ilumine la noche tormentosa.

 

 

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Mireia Poch
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